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Ucrania y Rusia: dos economías castigadas tras dos años de conflicto bélico

En este ensayo se analizan las economías de Ucrania y de Rusia después de dos años de conflicto bélico

ARTÍCULOUCRANIARUSIAEUROPAECONOMÍAGEOPOLÍTICA

José Manuel Cueto González

3/9/202414 min read

El jueves 24 de febrero se cumplieron dos años de la «operación militar especial», nombre con el que Rusia denominó a la invasión de Ucrania. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), desde el inicio de la invasión, aproximadamente un 20 % del territorio ucraniano está ocupado por Rusia. Ambos países llevan luchando encarnizadamente en diversos frentes de batalla por controlar el territorio con el consiguiente desgaste económico y con un alto coste en pérdida de vidas humanas.

Desde el inicio de la invasión, aproximadamente un 20 % del territorio ucraniano está ocupado por Rusia.

Jhon Maynard Keynes (1883-1946) fue uno de los economistas más famosos y prestigiosos del siglo XX, publicó varios libros con el objetivo de ayudar a los países en conflicto a paliar los efectos devastadores que la economía de posguerra genera en sus ciudadanos. En 1919 publicó Las consecuencias económicas de la Paz y, en 1940, ¿Cómo pagar la guerra? En ambos libros el economista parte de que las guerras son, junto con las catástrofes naturales, los sucesos que más dañan en un corto periodo de tiempo la economía de un país.

A esto contribuye, por una parte, la ingente cantidad de recursos económicos que hay que derivar para costear, tanto el armamento que se emplea en el frente de batalla como la logística para mantener la tropa y el material de guerra en perfecto estado. Por otra parte, todas las guerras llevan asociados una serie de factores comunes: la cantidad de pérdidas en vidas humanas, la alta tasa de refugiados; la destrucción de ciudades, industrias, campos de cultivo e infraestructuras y, todos ellos inciden directamente en el aumento de la pobreza, sobre todo, de la población que vive en el país donde se está desarrollando el conflicto, en este caso, el invadido, Ucrania. Ahora bien, también hay que tener en cuenta que el país invasor, Rusia, además del gasto militar, tiene que asumir las fuertes sanciones impuestas por una parte de la comunidad internacional, que afectan a sectores clave de su economía como el energético, el tecnológico y el financiero con incidencia directa en su economía, aunque, a tenor de los datos macroeconómicos de los que disponemos, con menores consecuencias de las previstas.

Sanciones económicas

Desde el inicio de la guerra Occidente ha impuesto una serie de sanciones a Rusia con el objetivo de debilitar su economía y así mermar su capacidad militar en el frente de batalla. Las acciones están dirigidas al Banco central de Rusia (congelándole las reservas de divisas), a distintas personas y entidades (inmovilizando sus activos en Europa y EEUU), al sector energético (prohibición de exportar tecnología para su industria), al sector financiero (desconexión del sistema internacional de pagos SWIFT), al comercio de lujo (prohibido importar y exportar relojes, piedras preciosas, vehículos…), al sector militar (bloquear el comercio de armas), al transporte (no vender aviones ni barcos ni recambios, además de cerrar el espacio aéreo), así como otras sanciones menores pero de alto simbolismo como limitar los visados diplomáticos. Coincidiendo el segundo aniversario de la guerra con la muerte de Alexéi Navalny, el mayor opositor del presidente Putin, tanto EE. UU. como la Unión Europea han anunciado un nuevo paquete de sanciones a Rusia añadido al anterior. Según ha explicado el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, estas sanciones incluirán restricciones a las importaciones a casi 100 empresas, por suministrar apoyo a Rusia, y cuyo objetivo es reducir los ingresos de Rusia por la venta de energía mermando así su industria de defensa. Asimismo, la Unión Europea ha impuesto su decimotercer paquete de sanciones donde se añaden nuevos nombres a la lista de sancionados, que aumenta a más de 2000, y a los que se les congelarán todos los bienes que puedan tener en la UE, prohibiéndoles, además su acceso a la UE. Al mismo tiempo, el nuevo listado de sancionados también incluye a 27 nuevas empresas que participan en el comercio de componentes para drones con Rusia.

Territorio Ucraniano controlado por Rusia (Fuente: ISW 2-3-2024)

Gasto militar

La partida presupuestaria que más se incrementa en los presupuestos de un país cuando está inmerso en un conflicto bélico, con diferencia sobre el resto, es la de defensa, en detrimento de otros servicios como la educación, la sanidad o las inversiones productivas. Para hacernos una idea de que puede llegar a suponer el coste solo del armamento utilizado en una guerra, sin tener en cuenta toda la intendencia, podemos destacar que que uno de los misiles antitanque más utilizados por el ejército ucraniano, el Javelin, tiene un precio aproximado de 147.000 dólares por cohete y se lanzan decenas a diario. Así mismo, el precio de disparar una ametralladora M2 durante un minuto tiene un coste aproximado de unos 3000 dólares y esto es solo la punta de lanza de todo el armamento utilizado (aviones, helicópteros, buques, tanques…). Según el Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar de Ucrania en 2022, que es el último con datos oficiales, fue de 44.000 millones de dólares y el de Rusia de 86.373 millones de dólares. En el 2023 todavía no hay datos oficiales, pero, según Sean Spoonts, editor jefe de SOFREP, medio de noticias militares, esta guerra le está costando a Rusia unos 900 millones de dólares diarios, lo que supone unos 300.000 millones al año. Así mismo, el exministro de defensa de Ucrania, Oleksi Reznikov, aseguró que la guerra le está suponiendo a Ucrania el desembolso de más de 100 millones de dólares al día, aproximadamente unos 40.000 millones al año. Ucrania puede mantener esté gasto militar gracias a las ayudas que está recibiendo tanto de la Unión Europea (es el mayor donante de ayuda) como de EEUU y Reino Unido, principalmente. Aunque hay que destacar que, actualmente, las ayudas financieras tanto de la UE como de EEUU están bloqueadas por distintas disputas políticas, lo que está dificultando la capacidad de defensa del país.

En el año 2022 el gasto militar de Ucrania fue de 44.000 millones de dólares mientras que el de Rusia ascendió a 86.373 millones de dólares.

Diverso armamento militar utilizado en la guerra

Industria

En estos dos años de conflicto, el país invadido, Ucrania, no solo ha tenido que derivar gran parte de su presupuesto a defensa, sino que, además, parte de su industria, se ha visto afectada enormemente por la guerra. La riqueza minera e industrial del país se encuentra, en su mayor parte, en la región del Donbas, situada en pleno epicentro del conflicto, lo que ha supuesto que la producción industrial disminuyera un 50 %. El conflicto ha provocado la destrucción de infraestructuras críticas, la interrupción de cadenas de suministro y la pérdida de mercados tanto internos como externos. Sectores clave como la manufactura, la agricultura y la energía han sufrido daños significativos, que han conllevado una disminución de la producción y de las exportaciones. Además, hay que añadir que más de 6,5 millones de personas se marcharon de Ucrania desde el comienzo de la guerra y el país ha sufrido una gran pérdida de vidas humanas en el frente lo que dificulta, enormemente, la contratación del capital humano necesario para el crecimiento y la innovación en la industria ucraniana. En conjunto, estos factores no solo han retrasado el desarrollo económico del país en el corto plazo, sino que también plantean serios desafíos para su recuperación a futuro.

Más de 6 millones de ucranianos emigraron del país desde el comienzo del conflicto.

Industria ucraniana

Minería.

Ucrania es uno de los países del mundo con mayor riqueza mineral. Antes de la guerra la actividad minera era intensa, sobre todo en la zona este del país donde se encontraban los principales yacimientos y que hoy es la principal zona de conflicto. Estos dos años de guerra han tenido un impacto significativo en su industria minera, afectando tanto a la producción como a las exportaciones. Ucrania es rica en recursos naturales, incluidos hierro, carbón, manganeso, gas natural, petróleo, sal, azufre, grafito, titanio, magnesio, caolín, níquel, mercurio, y tierras raras, entre otros. Antes del conflicto, el país era uno de los principales productores y exportadores de hierro y acero en el mundo, pero los efectos de la guerra han sido devastadores. Los daños en la infraestructura minera y logística, incluidas las vías férreas y los puertos, dificultan enormemente la extracción y exportación de minerales. Muchas minas han reducido su producción o han sido forzadas a cerrar debido a los peligros directos del conflicto, la falta de mano de obra (ya que muchos trabajadores se han unido a las fuerzas armadas, han fallecido en el conflicto o han huido de las zonas de guerra), y a los problemas en las cadenas de suministro. La economía ucraniana en su conjunto ha sido severamente afectada por la guerra, lo que reduce la inversión interna y externa en la industria minera. Los mercados de exportación, las sanciones impuestas a Rusia y las interrupciones en las cadenas de suministro global han reconfigurado los mercados de exportación. Ucrania ha tenido que buscar nuevas rutas y mercados para sus productos mineros, enfrentándose a desafíos logísticos y a un aumento en el coste del transporte. Así mismo, no podemos obviar el impacto ambiental que el conflicto ha provocado con daños significativos en áreas mineras, incluida la contaminación del suelo y del agua, lo que tendrá efectos a largo plazo en la agricultura y en la salud humana en las regiones afectadas.

Por otra parte, la minería de Rusia también se ve afectada por las sanciones interpuestas por los países occidentales, incluyendo restricciones financieras, limitaciones a la importación de tecnología específica, sanciones a individuos y empresas. Sanciones que han dificultado la adquisición de maquinaria y tecnología avanzada necesaria para la minería, incidiendo directamente en la eficiencia y expansión de las operaciones mineras rusas. Así mismo, las tensiones geopolíticas han complicado el acceso de Rusia a los mercados globales, afectando la exportación de minerales y metales, que son una fuente importante de ingresos para el país. Rusia se ha visto abocada a buscar nuevos mercados y a aceptar precios más bajos. La incertidumbre política y económica ha disminuido la inversión extranjera directa en el sector minero ruso. Ahora bien, aunque las sanciones y la guerra han tenido efectos negativos directos sobre la minería rusa, el conflicto ha contribuido a aumentar los precios globales de las materias primas, incluidos el petróleo, el gas natural, y algunos metales. Rusia, como gran productor de estos recursos, puede beneficiarse del incremento de los precios ocasionados por la guerra, aunque sus capacidades para aprovechar plenamente estos aumentos están limitadas por las restricciones a las exportaciones. Otro de los problemas que está teniendo la minería rusa está relacionado con la logística para la exportación, especialmente para productos que tradicionalmente pasaban por Europa y que, debido a las sanciones, Rusia ha tenido que buscar rutas alternativas y mercados, lo que incrementa los costes y afecta a la competitividad de sus productos mineros.

Imagen de una mina a cielo abierto

Energía

A día de hoy el sector de la energía en el mundo todavía está influenciado por los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania. Por una lado, Rusia sigue manteniéndose como uno de los principales exportadores de petróleo del mundo, pero sus ingresos han caído. A pesar de la duras sanciones impuestas por Occidente, en 2023, Rusia siguió siendo el tercer productor de petróleo del mundo después de Estados Unidos y Arabia Saudita y segundo mayor exportador de petróleo detrás de Estados Unidos y el mayor exportador neto a nivel mundial.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), a lo largo del 2023, Rusia, exportó unos 7,5 millones de barriles diarios manteniéndose en valores estables. Ahora bien, hay que tener en cuenta que las exportaciones totales a la Unión europea, EE. UU., el Reino Unido y los países de la OCDE de Asia se mantuvieron insignificantes, cayendo en 4,3 millones de barriles diarios por debajo del promedio anterior a la guerra y esto, Rusia, lo compensó con el aumento de la exportación a la India, China, Turquía y los Países de Ortiente Medio.

Por otro lado, la Unión Europea ha reducido la dependencia del gas ruso. Después de invadir Ucrania en 2022, Rusia cortó 80.000 millones de metros cúbicos (bcm) de suministro de gas por gasoducto a Europa, sumiendo a la región en una crisis energética. Según el análisis de la AIE, las fuentes alternativas de suministro, sobre todo el gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos, cubrieron más del 40% de este déficit. El gas natural procedente de Rusia cubrió menos de una cuarta parte de la demanda total de gas de la Unión Europea en 2022. En 2023, la participación disminuyó a aproximadamente el 10%, ya que las entregas de gasoductos desde Rusia cayeron otros 38 bcm y Estados Unidos reforzó su posición como el mayor proveedor de GNL de la UE.

Pozo de petróleo y gaseoducto, Ucrania

Infraestructuras

La afectación que en las economías de los dos países está teniendo todo lo relacionado con la destrucción de las infraestructuras es muy dispar. Por un lado, Rusia, excepto por determinadas escaramuzas que se están produciendo en la frontera y en el puente de Kerch, que une A Rusia con Crimea, no se está siendo prácticamente afectada. Sin embargo, Ucrania está viendo como una gran parte de sus ciudades e infraestructuras, sobre todo de la zona este del país, son devastadas por la artillería rusa. Según las estimaciones elaboradas por las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Comisión Europea y el Gobierno ucraniano, en el periodo comprendido entre el 24 de febrero del 2022 y el 31 de diciembre del 2023 los daños directos a los edificios e infraestructuras del país alcanzan los 152.000 millones de dólares, concentrándose en las regiones del Donestsk, Kharkiv, Luhansk, Zaporizka, Kherson y Kyiv. Se estima que el coste total de la reconstrucción de Ucrania ascendería, en la actualidad, a 486.000 millones de dólares.

Se estima que el coste de la reconstrucción actual de Ucrania asciende a 486.000 millones de dólares.

Efectos de la guerra en las infraestructuras

Conclusiones

Después de dos años de guerra, la economía ucraniana ha sufrido un enorme recorte. El PIB de Ucrania cayó un 30 % en 2022. En 2023 tuvo una ligera remontada pero dista mucho de estar en la senda de recuperación y depende, en gran medida, de la financiación extranjera, principalmente la Unión europea, Estados Unidos y los socios del G7. El Ministerio de Finanzas Ucraniano calcula que necesitará unos 35.000 millones de euros en ayudas externas, a lo largo de 2024, para poder seguir plantándole cara a Rusia, mantener los servicios públicos y sacar a más de 7 millones de ucranianos de la pobreza. A pesar de lo indispensable de está ayuda para Ucrania, tanto la Unión Europea como EEUU están envueltos, a día de hoy, en luchas políticas internas que bloquean parte de estos fondos.

Por otra parte, la economía de Rusia en estos dos años, y después de múltiples sanciones por parte de occidente, está sufriendo mucho menos de lo que se preveía en un principio. Las fábricas y la maquinaria de los centros productivos del país están operando entre el 81% y el 90% de su capacidad total. El desempleo está en su nivel más bajo, por debajo del 3 % debido al aumento de mano de obra en la industria de defensa. Sin embargo, la población activa está disminuyendo y envejeciendo. Además, hasta 500.000 hombres han sido retirados de las empresas debido a la movilización del ejército. Rusia necesita inversiones para sustituir mano de obra por tecnología. Las inversiones aumentaron un 7,6% en el primer semestre de 2023. Aunque el crecimiento de Rusia está impulsado por los gastos de guerra, cabe preguntarse si estas inversiones se traducirán en una mayor productividad. Los ingresos de Rusia por exportaciones aumentaron en 2022 debido a la subida de los precios de la energía. Sin embargo, las importaciones cayeron debido a las sanciones. En 2023, la balanza se inclinó: los ingresos por exportaciones cayeron un 32%, mientras que los gastos por importaciones aumentaron un 17%. Como consecuencia, el rublo también sufrió presiones y perdió alrededor del 30% de su valor en 2023. Las exportaciones de la Unión Europea a Rusia han caído a un tercio de su nivel anterior a la guerra, y varios países están llenado ese vacío. Por un lado está China (el 60 % de los productos sancionados llegan desde allí) y, por otro, Turquía y Armenia (con el 13 % y 1 % respectivamente de los productos sancionados).


Datos macroeconómicos Ucrania-Rusia

Uno de los historiadores más famosos de la antigua Grecia, Heródoto (484-425 a.C.), formuló una de las reflexiones sobre la guerra que perdura en el tiempo: «En la paz, los hijos entierran a los padres; la guerra altera el orden de la naturaleza y hace que los padres entierren a sus hijos». Esta guerra se está cobrando una enorme cantidad de vidas humanas y heridos. Según un artículo publicado en agosto del 2023 en el New York Times, desde el inicio de la guerra y hasta agosto de 2023, unos 70.000 soldados ucranianos habrían fallecido y entre 100.000 y 120.000 habrían resultado heridos. Las pérdidas rusas serían mayores: 120.000 soldados rusos habrían muerto y entre 170.000 y 180.000 habrían resultado heridos. Esta pérdida de vidas, no solo está incidiendo en la economía actual, si no que está hipotecando el futuro crecimiento de la población de ambos países.

Según estimaciones, desde el comienzo de la guerra, unos 70.000 soldados ucranianos habrían fallecido y entre 100.000 y 120.000 habrían resultado heridos. Las pérdidas rusas serían mayores: 120.000 soldados rusos fallecidos y entre 170.000 y 180.000 heridos.

Y, por último, resulta conveniente citar a Sun Tzu, un general y filósofo chino que, se cree vivió entre los siglos VI y V antes de Cristo. A él se atribuye uno de los tratados de estrategia militar más importantes de todos los tiempos: El arte de la guerra. En el manual militar destaca la siguiente máxima: «No presiones a un enemigo desesperado. Un animal agotado seguirá luchando, pues es la ley de la naturaleza». Una reflexión del general que resulta muy pertinente, dada la situación actual de bloqueo en la que se encuentra el conflicto, con Occidente intentando entregar armas más destructivas y letales a Ucrania con el objetivo de doblegar a Rusia en un corto periodo de tiempo, con lo que esto supone para escalar el conflicto. No podemos perder de vista que Rusia tiene una gran cantidad de armamento nuclear y, ante una situación desesperada, pudiera estar tentada a utilizarlo.

En este punto del conflicto, lo más razonable sería llegar a un acuerdo de Paz. Hay que tener en cuenta que las guerras rara vez acaban en una derrota completa del enemigo, sino en negociaciones de paz. No obstante, hasta la fecha, ninguno de los dos países tiene suficiente superioridad en el terreno para imponer sus intereses y forzar a la otra parte del conflicto a firmar un acuerdo. Ahora bien, de no alcanzarse un acuerdo a corto plazo y prolongar el conflicto más tiempo, esto solo hará mermar las economías de los dos países, en estos momento la más perjudicada es la ucraniana pero a largo plazo la rusa también se verá bastante afectada, lo que conllevará más sufrimiento en gran parte de la población, empeorará sus ya pésimas condiciones de vida y, como todos los conflictos, incrementará la tasa de pobreza de sus ciudadanos.