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La economía de un país en guerra: Ucrania

Análisis de la economía de Ucrania después de 600 días de conflicto bélico con Rusia

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José Manuel Cueto González

11/8/202314 min read

Ucrania ya era uno de los estados más pobres de Europa antes del conflicto armado y, después de más de 600 días de guerra su economía sigue desplomándose aún más. Aunque la ayuda internacional le sirve para poder plantarle cara a Rusia, sus ciudadanos cada día son más pobres.

Llevamos unas semanas con toda la atención mediática puesta en un nuevo conflicto geopolítico cuyo epicentro está en Oriente Medio —concretamente en Israel y la Franja de Gaza— y cuya dimensión es impredecible en estos momentos, tanto desde el punto de vista militar como de su repercusión en la economía de los posibles actores implicados, así como del resto del mundo; y, parece que ya pasó a un segundo plano la guerra que viene librándose desde el 24 de febrero de 2022 a las puertas de la Unión Europea, en Ucrania. Ese día el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el inicio de una «operación militar especial» en Ucrania con un alto coste tanto en vidas como en las economías de ambos países.

Las guerras junto con las catástrofes naturales son dos de los factores que más influencia negativa tienen en las economías de los países afectados. Uno de los economistas que más estudios ha hecho sobre la pobreza y sus causas, Amartya Sen, galardonado con el Premio Nobel de Economía —1998— y con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales —2021— por sus trabajos sobre las hambrunas y la teoría del desarrollo humano, el bienestar y la pobreza, afirma que «la guerra es una forma de destruir riqueza y recursos y, por tanto, de crear pobreza» . Para intentar corroborar esa reflexión vamos a realizar un análisis de los principales indicadores macroeconómicos de Ucrania. Pero no, sin antes, hacer un breve repaso del contexto histórico y social del país, así como de su geografía y recursos naturales.

Amartya Sen: «La guerra es una forma de destruir riqueza y recursos y, por tanto, de crear pobreza»

A lo largo de los siglos, Ucrania ha sido escenario de numerosos conflictos y luchas por la independencia. En 1917, Ucrania declaró su independencia del Imperio ruso, pero esto fue de corta duración, ya que unos años después, el país fue invadido por las fuerzas bolcheviques. Ucrania se convirtió en parte de la Unión Soviética en 1922 y se mantuvo así hasta su disolución en 1991. A partir de la independencia de la URSS, Ucrania ha vivido una serie de acontecimientos políticos a lo largo de este siglo —la Revolución Naranja de 2004 y el Euromaidán en 2014— que desembocaron, el 24 de febrero de 2022, en su invasión por parte de Rusia.

En cuanto a la sociedad, Ucrania es un país diverso y multicultural, tenía una población de 43.814.581 en 2021 y de 38.000.000 a finales de 2022 —Banco Mundial—, que habla diferentes idiomas y practica diferentes religiones. El idioma oficial es el Ucraniano, además se habla ruso y algunas lenguas minoritarias como el húngaro, rumano y tártaro. La mayoría de los ucranianos son de etnia ucraniana, pero también hay minorías importantes de rusos, bielorrusos y tártaros de Crimea, entre otros. La religión también juega un papel importante en la sociedad ucraniana, con la Iglesia Ortodoxa Ucraniana como la principal denominación religiosa. Sin embargo, también hay una importante comunidad católica en el oeste del país y una minoría musulmana en la península de Crimea.

Respecto a su geografía, Ucrania es el país más grande de Europa después de la Federación Rusa. Cuenta con una superficie de 603 550 Km2 y tiene frontera terrestre con siete países: Rusia por el norte y este, Bielorrusia por el norte, Polonia y Eslovaquia por el oeste, Rumanía, Hungría y Moldavia por el suroeste. El norte es una región boscosa con numerosos lagos, con una parte todavía contaminada por el accidente de Chernóbil de 1986. El sur del país está bañado por los Mares Negro y Azov. En el oeste se yerguen los montes Cárpatos (270 km. de longitud y 110 km. de ancho); la montaña más alta es pico Goverla (2.061 m.). El río más grande es el Dniéper (con una longitud total de 2.201 km. —transita por territorio de Ucrania 981 km.—), que recorre el país de norte a sur y lo divide en dos partes. Una extensa llanura ocupa el centro y oeste del país, siendo famosa por la fertilidad de sus tierras negras llamadas «chernozem».

Así mismo, no podemos dejar pasar por alto la gran riqueza en recursos naturales de los que dispone el país. Ucrania tiene la mayor superficie de tierra cultivable de Europa —el 56 % de su superficie es cultivable— y con un suelo muy rico en materia orgánica y minerales llamado «chernozem». Se estima que con los productos del campo ucraniano se pueden alimentar a unos 600 millones de personas y por ello se conoce al país como el «granero de Europa». Sirva como ejemplo que Ucrania es el mayor exportador mundial de aceite de girasol y uno de los principales productores y exportadores de cereales y minerales de hierro. Según el Banco Mundial, los principales productos que exportó Ucrania en el 2021 fueron el maíz, el aceite de girasol, el trigo y el mineral de hierro.

Datos macroeconómicos: Ucrania —Banco Mundial—

En cuanto a los minerales metálicos y no metálicos, además del mineral de hierro, que Ucrania es el séptimo productor del mundo, podemos destacar la extracción de titanio, manganeso, cobre y uranio. Así mismo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), señala que el 90 % de las reservas de combustible fósiles se componen de carbón. El país cuenta con la sexta mayor reserva de hulla del mundo, encontrándose esta en las regiones anexionadas por Rusia.

La economía de Ucrania ha experimentado muchos cambios en los últimos años. Parte de esos cambios vinieron determinados, por un lado, por circunstancias ajenas: la crisis financiera del 2007-2008 que se originó por el colapso del mercado de hipotecas subprime en Estados Unidos y que provocó una pérdida de confianza en el sistema financiero y una restricción del crédito y la crisis del 2020 generada por el Covid-19 que ocasionó una recesión a nivel mundial. Por otro lado, no podemos obviar las distintas situaciones políticas acaecidas a lo largo del siglo XX y lo que llevamos de XXI. Como datos a tener en cuenta en la historia reciente, Ucrania, en el siglo pasado, formó parte de la Unión Soviética como república federada desde el año 1921 hasta el 1991, año en el que se produjo la disolución de la URSS. Así mismo, en el 2014 parte de su territorio —las regiones de Crimea, Donestk y Luhansk— proclamaron, de forma unilateral, su independencia tras sendos «referendos» no reconocidos por la comunidad internacional y, en febrero de 2022, Ucrania fue invadida por el ejército ruso, lo que provocó una serie de consecuencias negativas e impredecibles para la economía mundial. Antes de la invasión, la economía mundial se encontraba en una senda de recuperación gradual después de los fuertes retrocesos como resultado de la pandemia —2020—. Sin embargo, la invasión de Ucrania y la introducción de sanciones económicas sin precedentes a Moscú con el objetivo de debilitar la capacidad de Rusia para financiar la guerra suponen una nueva alteración de la actividad económica con consecuencias impredecibles tanto para la economía ucraniana como para la del resto del mundo.

La economía de Ucrania ha experimentado muchos cambios en los últimos años. Parte de esos cambios vinieron determinados por circunstancias ajenas: crisis financiera originada en EE.UU. —2007-2008—, crisis del Covid-19 —2020— y; parte por situaciones políticas internas: Independencia de Crimea, Donsetk y LuhansK —2014— y la invasión por parte de Rusia —2022— .

El PIB de Ucrania venía experimentando un incremento desde el año 2000 hasta la crisis financiera del 2008, en la que el crédito fácil y la especulación sostenía el crecimiento de las economías desarrolladas, y de allí sufrió un incremento hasta llegar al 2013 donde la inestabilidad política creada a partir de los hechos relativos del Euromaidan (21-11-2013 hasta 23-2-2014) lo desplomaron. A partir del 2015 la economía vuelve a despuntar hasta la invasión del país por Rusia, donde la economía sufre una fuerte contracción entrando el país en recesión. El PIB pasa de aproximadamente 200.000 millones de dólares en 2021 a 160.000 en 2022 un descenso del 20 %. Esto supone una caída histórica del nivel de producción y de renta per cápita del país, que ya era uno de los más bajos de Europa (el PIB per cápita pasa de aproximadamente 2500 $ en 2021 a 2000 $ en 2022). La guerra ha provocado la destrucción de infraestructuras, la interrupción de las cadenas de suministro y la pérdida de mercados clave para las exportaciones ucranianas, como el de Rusia y la Unión Europea. Este descenso del PIB coincide con un descenso de la producción, una disminución del consumo privado y caídas de los niveles de empleo lo que podría llevar, si la guerra no finalizara en un corto periodo de tiempo, a que el 90 % de la población pudiera estar en riesgo de pobreza.

La inflación es otro de los problemas más graves que enfrenta la economía ucraniana, ya que aunque esta tuvo tasas altísimas en los años 90 — por encima del 450 %— con una inflación galopante, donde el crecimiento desbocado de los precios engulle rápidamente la capacidad adquisitiva de los ciudadanos. A partir de finales de los 90 la inflación se movió entorno a valores menores de 2 dígitos hasta el 2014 que, coincidiendo con el Euromaidan, comenzó a crecer. En estos momentos, aunque a años luz de esas tasas y, como consecuencia de la crisis financiera del 2008, los bancos centrales redujeron los tipos de interés hasta niveles cercanos a cero, o incluso negativos para estimular la economía lo que originó un exceso de dinero en circulación, si a esto le añadimos la guerra, el país se movió este año entre un 26 % en enero a un 11,3 % en julio. La subida de los precios se debe principalmente al encarecimiento de la energía y los alimentos, que son bienes básicos para la población. Hay que tener en cuenta que la inflación erosiona el poder adquisitivo de los ciudadanos y reduce la competitividad de las empresas, lo que agrava la recesión económica.

La tasa de desempleo en Ucrania se ha movido entre valores del 6,3 % y 11 % desde el año 2003 hasta el 2022. La tasa más baja fue en el año 2013. Para analizar esta variable no podemos perder de vista que el país tenía una población de 43.814.581 en 2021 y de 38.000.000 en 2022 —Banco Mundial—. Desde el comienzo de la guerra se calcula que más de 6 millones de personas han salido del país. Así mismo, se estima que se han perdido 4,8 millones de empleos en Ucrania desde el inicio de la agresión rusa en febrero de 2022, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Si las hostilidades se intensificaran, las pérdidas de empleo aumentarían a siete millones. La tasa de desempleo en Ucrania fue del 10,5% en el último trimestre de 2021, según los datos oficiales. Esta cifra representa un aumento respecto al 9,1% del trimestre anterior.

La tasa de interés de Ucrania ha experimentado grandes fluctuaciones a lo largo de su historia, llegando a alcanzar un máximo histórico del 300% en octubre de 1994 y un mínimo histórico del 6% en mayo de 2010. Estas variaciones se deben a diversos factores económicos, políticos y sociales que han afectado al país, como la hiperinflación, las crisis financieras, las reformas monetarias, las tensiones con Rusia y la guerra en el este del país. En estos momentos la tasa de interés está en el 22 %. El Banco Nacional de Ucrania (NBU) utiliza la tasa de interés como una política monetaria para mantener la estabilidad de precios el tipo de cambio. La evolución futura de la tasa de interés dependerá de la dinámica inflacionaria, el comportamiento del tipo de cambio, la situación fiscal y sobre todo de la evolución del conflicto con Rusia. El NBU prevé que la tasa de interés se reduzca gradualmente desde este 22 % del mes de julio de 2023 hasta el 15 % en diciembre de 2024.

La balanza por cuenta corriente de Ucrania es un indicador que refleja el saldo de las transacciones económicas entre los residentes de Ucrania y el resto del mundo. Incluye el comercio de bienes y servicios, los ingresos primarios y secundarios y las transferencias unilaterales. Según los últimos datos disponibles, la cuenta corriente de Ucrania registró un déficit de 0,777 millones en julio de 2023 a partir de un superávit de 1398 millones en le mes de julio del año anterior. Este descenso se debe, por un lado, al encarecimiento de las importaciones, ya que el conflicto bélico encareció enormemente las importaciones de gas y petróleo; Así mismo, hay que tener en cuenta que el bloqueo que sufre Ucrania por el Mar negro. Este influye en gran medida en la reducción de las exportaciones de cereales, y de las que Ucrania es uno de los grandes productores mundiales.

Según los datos disponibles, la balanza comercial de Ucrania ha sido prácticamente deficitaria desde el año 2002, con unos años positivos por el medio. Ucrania registró un déficit comercial de 1,919 millones de dólares en mayo de 2023, en comparación con un déficit de 0,826 millones de dólares en el período correspondiente del año anterior, según mostró el último informe. Fue el decimotercer mes de lectura negativa, ya que las importaciones se dispararon un 35,2% interanual a 5,046 millones de dólares, impulsados por el aumento de las compras de maquinaria y aparatos mecánicos, equipos eléctricos y sus partes (+69,2 %) y productos de las industrias químicas y relacionadas (+43 %). Mientras tanto, las exportaciones aumentaron un 7,6 % interanual a 3,127 millones de dólares, con mayores ventas de productos de origen vegetal (+40,1 %), metales comunes (+7,37 %), aceites y grasas de origen animal o vegetal (+24,3 %) y productos preparados (+118,9 %). Por otro lado, los envíos cayeron bruscamente para maquinaria y aparatos mecánicos, equipos eléctricos y sus partes (-19.5%) y productos minerales (-41,2%). Las exportaciones ucranianas siguen siendo altamente dependientes del acuerdo con Rusia, lo que garantiza corredores seguros fuera del puerto del Mar Negro. Fuente: Servicio Estatal de Estadísticas de Ucrania. Asimismo, hay que tener en cuenta el conflicto que Ucrania viene enfrentando con Rusia desde febrero del 2022, lo que le está llevando a incrementar considerablemente las importaciones de material bélico.

La deuda pública de Ucrania viene aumentado desde 2008. Desde que estalló la crisis con Rusia por la anexión de Crimea y el conflicto en el Donbás la deuda no hizo nada más que incrementar en unos porcentajes muy superiores a los años anteriores. La invasión rusa de 2022 ha agravado la situación económica y social del país, que se enfrenta a un derrumbe del PIB y una devaluación de la grivna. En 2022 la deuda pública en Ucrania fue de 117.439 millones de euros creció 34.840 millones desde 2021 cuando fue de 82.599 millones de euros. Esta cifra supone que la deuda en 2022 alcanzó el 81,69% del PIB de Ucrania, una subida de 32,85 puntos respecto a 2021, en el que la deuda fue el 48,84% del PIB. Esta cifra supone que la deuda en 2022 alcanzó el 81,69% del PIB de Ucrania, una subida de 32,85 puntos respecto a 2021, en el que la deuda fue el 48,84% del PIB. .

Hay que tener en cuenta otro factor como consecuencia de la situación económica que sufre el país y es que el tipo de cambio de la grivna, la moneda ucraniana, se ha depreciado considerablemente frente al euro y al dólar, lo que ha afectado negativamente a la economía. Por un lado, la depreciación encarece las importaciones y aumenta el coste de la deuda externa, lo que genera presiones inflacionarias y dificulta el pago de los compromisos financieros. Por otro lado, la depreciación no ha logrado impulsar las exportaciones, ya que éstas dependen más de factores geopolíticos y estructurales que de la competitividad cambiaria.

Decía uno de los generales más famosos de todos los tiempos, Napoleón Bonaparte (1769-1821): «Para hacer la guerra hacen falta tres cosas: dinero, dinero y más dinero. Hay guerras más baratas pero se suelen perder». El gasto militar de Ucrania ha variado a lo largo de los años, dependiendo de la situación política, económica y militar del país. En general, se puede observar que el gasto militar aumentó significativamente después de 2014, cuando estalló el conflicto con Rusia por la anexión de Crimea y el apoyo a los separatistas del Donbás. Desde entonces, Ucrania ha dedicado una parte importante de su presupuesto a reforzar sus capacidades militares y a defender su integridad territorial, llegando a pasar de un gasto militar en 2021 de, aproximadamente 6000 millones de dólares, a un gasto en 2022 de 44.000 millones. Un incremento de un 86 %. Para sufragar este gasto en armamento, Ucrania, recibe financiación, principalmente, por parte de EEUU, la UE y el Reino Unido. Este gasto militar, que es imprescindible como decía Napoleón para poder plantarle cara a Rusia, está afectando de manera negativa en la economía del país.

Napoleón Bonaparte —1719-1821—: «Para hacer la guerra hacen falta tres cosas: dinero, dinero y más dinero. Hay guerras más baratas pero se suelen perder»

En conclusión, todas las economías de países en guerra tienen una serie de características en común: un elevado gasto militar, destrucción de ciudades e infraestructuras, grandes movimientos migratorios y, todo ello genera un colapso en la economía lo que incide directamente en un elevado aumento de la pobreza de los ciudadanos. La economía de Ucrania se ha visto directamente influenciada por los cambios políticos que ha sufrido a lo largo de su reciente historia y, muy especialmente, por el conflicto armado en el que está inmersa en la actualidad. En estos momentos el país se encuentra en una situación económica muy crítica, que requiere una solución política urgente al conflicto con Rusia y un apoyo financiero internacional para evitar el colapso de su economía. Sin embargo, las perspectivas son inciertas y dependen, en gran medida, del desarrollo de los acontecimientos bélicos y diplomáticos. Ucrania necesita recuperar su soberanía territorial, su seguridad energética y su integración comercial con el resto del mundo para poder salir de la crisis y retomar el camino del crecimiento y el desarrollo y así poder sacar a sus ciudadanos de la pobreza.